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El origen de las rosquillas

La rosquilla es un dulce en forma de rosca (de ahí su nombre) que bien puede elaborarse frito o en el horno. En España son muy típicas en Semana Santa, aunque realmente se consumen durante todo el año. Y para hablar de su orinen tenemos que remontarnos al antiguo Imperio romano.

Dependiendo de la zona también hay variedades, por ejemplo, solo de las rosquillas de san Isidro, patrón de Madrid cuya festividad se celebra el 15 de mayo, existen cuatro variedades típicas que se diferencian principalmente en el acabado final.

Pero también tenemos:

Rosquillas tontas: son las más antiguas y no llevan ningún acabado, de ahí su nombre por ser las más simples.
Rosquillas listas: llevan una capa de azúcar glas que puede ser de distintos colores.
Rosquillas de Santa Clara: después de bañarlas en clara de huevo, se cubren con una capa de merengue seco de color blanco.
Francesas: se rebozan en almendra picada.
Las rosquillas ciegas: parecidas a las rosquillas de Santa Clara, carecen de agujero en el medio.

En el Arriero, para rizar el rizo, te ofrecemos una nueva versión de rosquillas, y son las Bolitas de Rosquilla que, como te puede imaginar, en lugar de su tradicional forma de rosca, tienen forma redondeada, pero ¡el sabor sigue siendo el mismo!